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Artículos

Entorno EducativoB.5 Valoración de la FPI

Valoración del alumnado y el profesorado sobre el módulo “contabilidad y fiscalidad” del ciclo formativo de grado superior de administración y finanzas

La última reforma educativa de los Ciclos Formativos de la familia profesional de Administración (MECD, 2006) perseguía dar respuesta a los nuevos retos de esta Etapa educativa; algunos de ellos son reducir la tasa de abandono escolar y favorecer la inserción laboral.

Año:2017

Autor/es

  • Molina Jaén, María Dolores
  • Pérez Navío, Eufrasio
  • Rodríguez Moreno, Javier
  • Martínez Labella, María Jesús

Filiación: Universidad de Jaén

Comunidad Autónoma / Región:Andalucía

Revista:Revista Electrónica de Investigación y Docencia (REID) , Vol/nº: 17 , Páginas: 7-18

Palabras clave: Ciclos Formativos,Administración de Empresas,Gestión Curricular,Docencia,tutoría

Resumen

La última reforma educativa de los Ciclos Formativos de la familia profesional de Administración (MECD, 2006) perseguía dar respuesta a los nuevos retos de esta Etapa educativa; algunos de ellos son reducir la tasa de abandono escolar y favorecer la inserción laboral, acercar la Formación Profesional a las competencias funcionales de la ciudadanía, hacer una enseñanza más flexible y poder compatibilizar vida laboral y aprendizaje a lo largo de la vida. Por ello, este trabajo, nos hemos planteado como objetivo central valorar la opinión tanto de alumnado como de docentes dos ámbitos como son “Gestión Curricular” y “Docencia y Tutoría” del módulo Contabilidad y Fiscalidad y así poder identificar los problemas y sus posibles soluciones con el objeto de ayudar a mejorar la formación profesional de los futuros Técnicos Superiores en Administración y Finanzas. Para ello, el método de estudio utilizado ha sido experimental a través de una escala tipo Likert con cinco alternativas. Siendo la muestra real del alumnado de 116 sujetos y la de docentes de 28. De los resultados obtenidos se desprende que el profesorado prioriza más que el alumnado las dimensiones trabajadas y podemos concluir que necesitamos una reforma pedagógica de la Formación Profesional para devolver la capacitación e imagen social de la misma y que los esfuerzos que se realizan desde la Gestión Curricular y la Docencia y Tutoría incidan directamente en una formación en Competencias.

Objetivos / Hipótesis

Conocer la valoración que el alumnado y el profesorado le da a una serie de cuestiones relativas a la gestión curricular y a la acción tutorial relativas al módulo de Contabilidad y Fiscalidad dentro del Ciclo Formativo de Grado Superior de Administración y Finanzas.

Tipo de Investigación y Metodología

Investigación Descriptiva // Cuantitativa

Participantes / Muestra

  • Estudiantes
  • Profesorado

Detalle: La población objeto de estudio es el alumnado y docentes de los Institutos Públicos de la Comunidad Autónoma de Andalucía, concretamente cuatro centros de la provincia de Jaén y tres centros en la provincia de Huelva. La muestra ha estado conformado por 116 alumnos/as mientras que para el profesorado la muestra fue de 28.

Instrumentos

Cuestionario

Detalle: Dos cuestionarios. Uno dirigido al profesorado y estructurado en las siguientes dimensiones:  Dimensión Gestión Curricular: 17 ítems. Dimensión Docencia y Tutoría: 18 ítems. En cuanto al cuestionario del alumnado: Dimensión 1ª. Gestión Curricular: 14 ítems.  Dimensión 2ª. Docencia y Tutoría: 17 ítems.

Resultados / Conclusiones

El profesorado de esta etapa educativa en su mayoría son mujeres, con cierta antigüedad en el ciclo, alrededor de 10 años como media y que se toma en consideración la formación continua ya que se forma regularmente. El alumnado generalmente, son varones de edad media, alrededor de 30 años, y que acceden a este ciclo por haber realizado el ciclo formativo de grado medio correspondiente o la antigua FP1 o FP2, aunque también acceden desde Bachillerato en un alto porcentaje y con la motivación personal de buscar trabajo y ampliar su formación, y para ello dedican tiempo suficiente al estudio.

Resumiendo la opinión de alumnado y profesorado en la dimensión de Gestión Curricular, hay que destacar la gran diferencia que hay en la percepción que tiene el profesorado y alumnado en algunas cuestiones, por ejemplo, en lo referente a la detección de ideas previas, ya que el alumnado no la percibe y tampoco perciben que se prevean sus necesidades. Este aspecto nos parece a destacar ya que las propuestas básicas de un aprendizaje constructivo necesita conocer las ideas previas del alumnado y las necesidades que tiene respecto al aprendizaje, para desarrollar las competencias necesarias para una formación útil a la sociedad actual. El alumnado percibe que el profesorado se prepara sus clases adecuadamente y que los contenidos impartidos son relevantes, no obstante, no valoran de igual modo las actividades realizadas en cuanto a su finalidad y utilidad. Aunque hay que destacar que el alumnado de menor edad valora al profesorado con puntuaciones más bajas y podríamos pensar que el alumnado de mayor edad es más reflexivo y percibe más las actitudes pedagógicas de su profesorado. Por otro lado, el alumnado además es tajante y no percibe que el profesorado tenga en cuenta las Necesidades Específicas de Apoyo Educativo en el aula.

Además en la dimensión que hace referencia a la Docencia y a la Tutoría no hay acuerdo entre profesorado y alumnado. Los docentes no perciben que la acción tutorial ayude a un desarrollo integral de la persona, y no se utilizan tutorías telemáticas. Tampoco hay acuerdo en la docencia propiamente dicha, el alumnado confirma que no se utilizan las TIC como apoyo a la misma y no se ven especialmente motivados por el profesorado, valorando la docencia en general con un simple aprobado, en contraposición al profesorado, que la considera sobresaliente.

Es decir, empleando el vocabulario de calificaciones escolares habituales, puede concluirse que el profesorado autoevalúa su labor en los ámbitos analizados con un Notable, y el alumnado las rebaja a un Aprobado.

En general, la tónica de los resultados concluye que existen dos puntos de vista en los aspectos analizados: el profesorado se muestra optimista y orgulloso en la labor realizada descrita por la mayoría de las cuestiones planteadas, mientras que el alumnado no las percibe con tal claridad, y en algunos casos de manera insuficiente. Más concretamente, en relación con nuestro objeto de estudio, consideramos un problema la diferencia de criterios y pensamos que en una etapa tan ligada a la práctica se debe articular el currículo de forma más útil y funcional. En cuanto a la docencia y tutoría coincidimos con el estudio de Romero et al. (2015), donde pone de manifiesto las necesidades de orientación e información del alumnado de Formación Profesional en la comunidad autónoma de Andalucía y consideramos que estas deben ser gestionadas desde la tutoría.

Por ello, para optimizar la labor del docente, compartimos con Fernández (2009) y París, Tejada y Coiduras (2014), en reivindicar la profesionalización de los profesionales de la FP a través de un grado o máster universitario que desarrolle:

  • Identidad profesional, pues se identificarían diferentes perfiles profesionales acordes con los escenarios de trabajo y sus requerimientos.
  • Reconocimiento sobre el desempeño profesional, esta vertiente daría lógica al planteamiento competencial y a la integración de la teoría con la práctica profesional (Paquay, 2012).
  • Calidad sobre las acciones profesionales implementadas; sin olvidar que esta formación inicial deberá complementarse con formación continua proveniente de diferentes contextos formales, no formales e informales.
  • Proyección laboral en un mundo laboral cambiante.

En esta línea planteamos una pedagogía que dé respuesta a las exigencias que demanda el mercado laboral actual. Incluir las competencias en nuestro sistema educativo y en concreto en FP implica repensar todos los elementos del currículo con el objetivo de plantear un cambio en la concepción del aprendizaje y en las prácticas docentes: “La integración se juega, no en el diseño, sino en su implementación en escuelas y aulas” (Roselló y Pinya, 2014). Además, considerando que fue en esta etapa educativa donde primero se habló de competencias y en concreto de competencias profesionales, se debe aprovechar la posibilidad de utilizar el proyecto final como vertebrador de las mismas. Si mejoramos las competencias profesionales, el mercado laboral, requerirá de estos profesionales y será la forma de reivindicar el valor de esta etapa educativa y su imagen social, y para esto se necesita un profesorado que cuente con una capacitación tanto a nivel científico como pedagógico (Escámez, 2013; Perrenoud, 2004; Tejada, 2009), apropiado a la demanda social actual.

Otros documentos relacionados

En colaboración con:

  • Fundación Bertelsmann
  • Universidad de Murcia
  • Universitat de Barcelona

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