Para utilizar el buscador es necesario que aceptes las cookies de publicidad comportamental.
MOOC Digitalización y Formación Profesional
La tercera semana del MOOC nos ha invitado a dar un paso más: pasar del por qué al para qué, del marco conceptual a la acción situada. Un enfoque, formulado por la antropóloga Jean Lave, que entiende que se aprende mejor cuando se actúa en contextos reales y significativos. Tras haber comprendido e interiorizado la importancia de la digitalización como palanca de transformación ética, sostenible y educativa, llega el momento de explorar qué podemos hacer con ella desde cada ciclo formativo y entorno profesional concreto. No se trata ya de imaginar futuros posibles, sino de observar con atención lo que ya está ocurriendo a nuestro alrededor y preguntarnos cómo sumar valor desde nuestras aulas, talleres o laboratorios. La unidad ha ofrecido dos recorridos diferenciados según el nivel educativo: uno orientado a los ciclos de Grado Medio, centrado en la organización del trabajo y la colaboración digital; y otro para Grado Superior, enfocado en la estrategia digital, la innovación y el impacto. Ambos comparten una misma intención: conectar el currículo de FP con la realidad digital de los sectores productivos y sociales.
El evento en directo de esta semana ha sido una muestra clara de ese enfoque: cinco centros compartieron acciones que ya están llevando a cabo para integrar tecnologías digitales en su actividad docente y organizativa. Escuchamos experiencias como ChlorellaNet Tech, centrada en IA e IoT para cultivos regenerativos; Triple A, sobre automatización administrativa con IA; Hackademia, una propuesta de formación abierta en ciberseguridad; Dirección y digitalización organizativa del centro; y Pantallas de indicadores y reorganización de espacios. Estos proyectos nos recordaron que la digitalización no es un escenario futuro, sino una realidad que ya atraviesa las decisiones cotidianas de muchos equipos docentes. Escucharlos fue una invitación a reconocer lo que ya estamos haciendo, identificar nuevas oportunidades y actuar desde lo posible.
En el itinerario de Grado Medio, el foco se ha situado en cómo la digitalización está cambiando la forma de trabajar: desde la organización interna de los equipos hasta la gestión de tareas o la comunicación con clientes y proveedores. Hemos visto cómo herramientas accesibles como Trello, Google Drive o Microsoft Teams no solo mejoran la eficiencia, sino que permiten entrenar en el aula habilidades clave como la autonomía, la colaboración o la responsabilidad compartida. También se ha subrayado la importancia de reflexionar sobre cómo la digitalización influye en la organización del trabajo, el bienestar del equipo y la sostenibilidad de los procesos productivos.
En el caso de Grado Superior, la mirada se ha ampliado hacia una dimensión más estratégica: aquí la digitalización se vincula a la toma de decisiones basada en datos, a la automatización inteligente de procesos, a la protección de la información y al desarrollo de soluciones tecnológicas con impacto real. Hemos trabajado el concepto de convergencia IT/OT —la integración de tecnologías de información y operación en entornos empresariales— y su capacidad para mejorar procesos, reducir fallos y abrir nuevas líneas de negocio. También hemos analizado casos reales hablando de conceptos como los KPIs, el retorno de inversión (ROI) o soluciones de ciberseguridad orientadas a distintos sectores productivos. En este recorrido, la clave no ha sido solo qué herramientas usar, sino cómo, para qué y con qué valores aplicarlas, algo profundamente vinculado a los objetivos de la unidad.
También se ha puesto de relieve que estrechar la colaboración entre los centros de FP y los sectores productivos no es solo un ejercicio pedagógico, sino una apuesta estratégica. Para las empresas, implica contar con personas formadas en tecnologías que ya están transformando sus procesos, capaces de aportar desde el primer día. Para los centros, supone mantenerse conectados con las demandas reales del entorno, enriquecer el currículo con situaciones auténticas y abrir espacios de innovación compartida. Esta relación no es unidireccional: cuando se construye desde la confianza y la corresponsabilidad, ambos lados ganan en valor, adaptabilidad y sentido.
Como en cada semana del MOOC, han sido vuestras aportaciones las que han dado forma concreta a estos conceptos. Aquí compartimos cuatro ejemplos que recogen distintas formas de aplicar lo aprendido desde contextos reales:
Mirando hacia adelante, la próxima unidad nos propondrá planificar el cambio: pasar del análisis a la estrategia. Será el momento de pensar cómo traducir todo este conocimiento en planes reales de transformación digital, adaptados a nuestras aulas, centros y realidades territoriales. Tocará identificar actores clave, priorizar acciones y tomar decisiones conscientes. Y lo haremos desde esa tríada que ha marcado esta unidad: la vocación de enseñar con sentido, los valores que guían nuestras elecciones, y el valor real que aporta la digitalización cuando se aplica en lo cotidiano con criterio y propósito. Porque transformar no es solo desear el cambio, es organizarlo.
Gracias por seguir caminando desde lo concreto, lo situado y lo posible. Cada propuesta que compartís nos recuerda que la digitalización no es un reto aislado, sino una oportunidad para fortalecer nuestras prácticas, nuestros vínculos y nuestros contextos.
“A veces transformar no es revolucionar. Es afinar lo que ya hacemos, sumarle herramientas y abrirle futuro. La digitalización de mañana empieza con cada decisión que tomamos hoy sobre lo que ya aprendimos ayer.”